La confianza no es un sentimiento, es un compromiso

La confianza es una de las palabras más citadas cuando se trata de liderazgo y, al mismo tiempo, una de las más incomprendidas.
En mi propia carrera como gerente, he aprendido que la confianza no se da a la ligera.
Es una decisión consciente.
Un compromiso.
Y a veces también un riesgo consciente.

La confianza comienza con la actitud

En la formación de mis gerentes, nunca perdí la oportunidad de participar personalmente en el último día de la formación: Gestión de expectativas.
No fue un acto simbólico para mí, sino un momento central:

Quería que todos los aspirantes a gerentes supieran exactamente qué esperar de mí y qué espero a cambio.
El núcleo de mi mensaje fue siempre el mismo:

"Estoy detrás de ti.
Tomarás decisiones, cometerás errores, y tienes mi respaldo.
Externamente, te defenderé, incluso si tu decisión fue incorrecta. Internamente, hablamos confidencialmente sobre sus errores".

Esta promesa no era de boquilla.
Lo dije en serio, y lo viví.
Porque la confianza no significa dejarlo todo. Confiar significa confiar en las personas con responsabilidad, y acompañarlas en el proceso sin quitarles el coraje.

El liderazgo no es un proyecto en solitario

El liderazgo puede hacerte sentir solo.
Cuando estás en la cima de un departamento o equipo, a menudo sientes la presión de hacerlo "bien", de tomar decisiones que no siempre son populares, mientras equilibras los objetivos de la empresa con los intereses de los empleados.

Es por eso que mi compromiso con mis líderes fue más que solo apoyo: fue un ancla de seguridad psicológica.
Quería que supieran:
Se les permite cometer errores. Se les permite tomar decisiones que no son perfectas.
Mientras actúen de manera reflexiva, con integridad y en interés de la empresa, contarán con mi respaldo.

Porque la confianza es la base de toda decisión valiente.
Solo aquellos que se sienten seguros se atreven a probar algo nuevo.
Y aquí es exactamente donde tiene lugar el desarrollo, tanto entre las personas como entre las empresas.

La confianza obliga

Así como les prometí a mis gerentes mi confianza, también la exigí.
Porque la confianza no es una calle de un solo sentido.

No todas las decisiones que un entrenador tiene que representar en el equipo son las que él o ella ha tomado o aprobado personalmente.
Pero esto es exactamente lo que distingue a un gerente de un especialista:
El liderazgo significa asumir la responsabilidad, incluso por decisiones que no has tomado tú mismo.

Esperaba que mis gerentes vivieran esta actitud:
Que representan decisiones para el mundo exterior en un tono de convicción.
No porque sean ciegamente leales, sino porque entienden que la consistencia y la claridad son cruciales para generar confianza en el equipo.
Y nada socava tanto la confianza como un líder que relativiza mensajes o se mantiene al margen de la responsabilidad.

La confianza vale la pena

Este ritual, hablar sobre las expectativas, la responsabilidad y el apoyo al final de cada capacitación de liderazgo, se convirtió en una parte integral de mi trabajo de liderazgo.
Y fue una de las mayores palancas para el éxito de mis equipos.

Los resultados hablaron por sí mismos:
En el Índice de Liderazgo, que mide regularmente la satisfacción de los empleados, mis equipos de gestión lograron puntajes superiores al promedio.
No porque fuéramos perfectos, sino porque éramos honestos.
Porque compartimos la responsabilidad, analizamos juntos los errores y aprendimos de ellos.

La confianza crea vínculos.
Y el apego crea rendimiento.

Lo que las empresas pueden aprender de esto

Toda empresa necesita líderes que no solo "lideren", sino que también Comete – a su papel, a sus equipos y a la misión común.
Este compromiso no se produce a través de procesos, sino a través de la actitud.

Es por eso que el enfoque de nuestro trabajo está en Grupo empresarial ME Desarrollar líderes de tal manera que la confianza, el sentido de responsabilidad y el coraje no sean productos de la casualidad, sino parte de una cultura de liderazgo diseñada conscientemente.

Con MEvelopment Permitimos que los gerentes vivan estos principios en su gestión diaria.
Se trata de adquirir las herramientas para representar claramente las decisiones, fortalecer los equipos y crear una cultura en la que la confianza no se exija, sino que se gane.

Porque el verdadero liderazgo no proviene de los títulos:
sino a través de la actitud, la confiabilidad y el compromiso mutuo.