El liderazgo necesita su propia "sesión de mierda": lo que sucede cuando el coraje se vuelve más importante que el control.

¿Siguen habiendo muy pocos fracasos en las empresas alemanas?
No porque los errores no ocurran, sino porque se ocultan, se omiten o se empaquetan en el blanqueamiento de PowerPoint.
Y aquí es exactamente donde comienza el verdadero problema de liderazgo.

El miedo a perder la cara

En muchos niveles de gestión, el viejo dogma sigue vigente: los errores son debilidad, el control es fortaleza.
El resultado: una cultura de "simplemente no saques el tema de los errores". Los empleados retienen ideas porque temen ser castigados por un fracaso o perder el favor del jefe. Quizá incluso cueste el próximo ascenso.
Los líderes toman decisiones centradas en la seguridad o la carrera profesional más que en el impacto. Y los equipos solo se desarrollan hasta el límite del riesgo, nunca más allá.

Pero las organizaciones modernas prosperan gracias a la experimentación, el aprendizaje y la rapidez. La innovación surge cuando la gente se atreve a probar cosas y se les permite hablar abiertamente sobre los errores.

El renacimiento del fracaso

En los últimos años, se ha establecido una tendencia en empresas innovadoras que aborda precisamente este miedo: el "Sesión de cagada" .
Lo que suena provocador al principio es en realidad una expresión Cultura corporativa madura .
Los directivos y empleados comparten abiertamente sus mayores errores, cuentan lo que han aprendido y les animan a asumir riesgos.

El principio es simple, pero radical:
Quienes hablan sobre sus errores pierden el miedo hacia ellos.
Y quienes pierden el miedo obtienen la libertad de crear.

Las empresas que toman este paso experimentan cambios notables:
– La confianza aumenta.
– La cooperación se vuelve más honesta.
– La velocidad aumenta.
– Y sobre todo, las decisiones se toman con más valentía y responsabilidad.

Liderazgo en la era de la seguridad psicológica

Una cultura de error funcional no es casualidad. Es trabajo de liderazgo.
La seguridad psicológica —es decir, la sensación de poder hablar abiertamente en equipo sin temer consecuencias negativas— no es una "habilidad blanda". Es la base para un alto rendimiento.

Google lo demostró hace años en su estudio "Proyecto Aristóteles":
Los equipos con seguridad psicológica son más productivos, innovadores y leales.
Pero el punto crucial es: esta cultura comienza desde arriba. Los gestores son los arquitectos de la confianza.

Y aquí es exactamente donde entra el grupo de negocios de ME. MEvelopment en.

Repensando el liderazgo: el desarrollo como herramienta para el cambio cultural

Nuestro Consultoría de Gestión para el Liderazgo y el Desarrollo Organizacional Acompaña a compañías que han entendido que el liderazgo ya no funciona a través del control, sino a través de la cultura.
Con MEvelopment Desarrollamos líderes que fomentan en lugar de difundir el miedo —que escuchan en lugar de hacer anuncios— y que crean un ambiente en el que los errores no son el final, sino el comienzo del progreso.

En nuestras formaciones, los gestores aprenden a construir seguridad psicológica, cambiar los procesos de retroalimentación y diseñar la comunicación en equipo de tal manera que la apertura se convierta en un hábito.
Mostramos cómo las "Sesiones de Errores" pueden integrarse de forma significativa en estructuras existentes, no como un evento de exhibición, sino como un espacio real de aprendizaje.
Y establecemos procesos en los que aprender de los errores se convierte en una parte integral de la estrategia, el desarrollo y la gestión del rendimiento.

Desde "No puedo fallar" hasta "Quiero aprender"

Una cultura del error fuerte requiere valor.
Valor para reírte de ti mismo.
Valor para mostrar el propio punto ciego.
Y el valor para dejar atrás el perfeccionismo que paraliza a tantas organizaciones.

Pero quienes dan este paso obtienen algo que ninguna optimización de procesos ni herramienta de IA puede ofrecer: confianza.
Confianza entre personas que quieren crecer juntas.

La cultura del liderazgo sin error es como un avión sin motor: bellamente pintado, pero sin sustentación.
Si quieres empoderar a tus líderes para que faciliten un progreso real, habla con nosotros.

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